Estimados:
Hoy, viernes 28 de noviembre del 2008, a pesar de la incertidumbre espiritual, me he animado a inaugurar el “Sursuncorda-Bar” destinado pura y exclusivamente a la libertad de expresión.
En este finito e infinito espacio todos somos anónimos. Aquí, no existen rostros y el espacio es indeterminado por nosotros. Por lo tanto, las reglas físicas son construcciones sobre las cuales poseemos libre albedrío.
¡He hablado! ¡Salud!
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