sábado, 20 de marzo de 2010
Pensando el Fitipaldismo II
Alguna vez existió ese piloto temerario de Fórmula Uno. Su nombre era Fitipaldi. Reconocido por sus largadas aceleradas, irracionales y alocadas que siempre concluían accidentalmente. Algunas hasta trágicamente.
Pensando el Fitipaldismo I
Hoy es el día para demostrarte que vos podes ser vos. Que no sea desperdiciado. Salud.
Romanos
I II III IV VI VII VIII IX IX XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX XXI
Hasta cuantos siglos llegaremos?
Hasta cuantos siglos llegaremos?
Cago cegado
Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Cago. Me cegué.
Siglo XXI lunar
El comandante de la nave interplanetaria Gaucho Guardián IV, cansado de la inmensa deuda salarial, estrelló, con complicidad de los tripulantes, la nave contra el Patio Bullrich.
347 humanos y 3 duendes murieron. Los familiares nunca recibieron los haberes adeudados pero sin una macanuda plaqueta del magnánimo emperador Don Francisco López:
“En reconocimiento a la valentía demostrada para la destrucción del shopping burgués”
Nota: La coincidencia con la realidad es inexacta.
347 humanos y 3 duendes murieron. Los familiares nunca recibieron los haberes adeudados pero sin una macanuda plaqueta del magnánimo emperador Don Francisco López:
“En reconocimiento a la valentía demostrada para la destrucción del shopping burgués”
Nota: La coincidencia con la realidad es inexacta.
El sueño, dos alas y un recuerdo
Fielmente a su ego desvanecido,
el muchacho corría espectralmente.
Sin sus alas perdidas en los sueños,
lloraba sin lograr añorar.
------------------
Dormido y en paz lograba hacerlo,
viajes eternos con sus inmensas blancas.
Viendo que podía combinarse,
empezó a volar soñando despierto.
el muchacho corría espectralmente.
Sin sus alas perdidas en los sueños,
lloraba sin lograr añorar.
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Dormido y en paz lograba hacerlo,
viajes eternos con sus inmensas blancas.
Viendo que podía combinarse,
empezó a volar soñando despierto.
Más arriba
Pedro tomó ese frasco con jugo de gaviota. Lentamente, al abrirlo, aspiraba su aroma soñador. Luego del primer sorbo se lanzó a volar. Siendo su primer vuelo deseo ver el cielo desde más arriba.
Lasaña y dos ensaladas
Uno no tiene que buscar a esa chica absoluta. Simplemente es un ideal. Una creación de su consciencia para autosatisfacer esa necesidad actual de esta acompañado. Es cubrir el rio con hojas.
Cien veces (poesía)
En posición fetal con toda la ropa del mundo,
cerrando los ojos y con tapones para no decir,
dentro de una caja del más duro elemento,
estacionada en la Atlantis de los duendes,
encasillada y encadenada bajo esa llave,
escondida en la cima del monte Everest,
cerrando los ojos y con tapones para no decir,
dentro de una caja del más duro elemento,
estacionada en la Atlantis de los duendes,
encasillada y encadenada bajo esa llave,
escondida en la cima del monte Everest,
el hombre no logró escapar de su vida.
Cien veces (Cuento corto)
El misterioso señor de sombrero azopardo busca al niño extravagante, insolente, pestilente y encantador que se extravió.
Siendo las 11:59 pm del día martes, solo faltando 1 minuto para el miércoles, sabiendo que en tan solo 60 segundos el niño estará muerto, el hombre de sombrero azopardo y camisa gris, se acuesta a descansar.
Sus compañeros de habitación, de ese sucio y piojoso hostal, lo ignoran. No totalmente cierto, simplemente no lo ven. Uno más que pasa por esa cama. Facciones que vuelan y se desvanecen. Lenguas universales que no logran comunicarse individualmente.
Cerrando los ojos, logra descansar y recordar.
Siendo las 11:59 pm del día martes, solo faltando 1 minuto para el miércoles, sabiendo que en tan solo 60 segundos el niño estará muerto, el hombre de sombrero azopardo y camisa gris, se acuesta a descansar.
Sus compañeros de habitación, de ese sucio y piojoso hostal, lo ignoran. No totalmente cierto, simplemente no lo ven. Uno más que pasa por esa cama. Facciones que vuelan y se desvanecen. Lenguas universales que no logran comunicarse individualmente.
Cerrando los ojos, logra descansar y recordar.
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