Viendo para el costado izquierdo,
Pedro, defendió el secreto de sus hombros.
Queriendo ir para la derecha se centraba,
Alternándose se envalentonaba en giros.
Siempre siguiendo, siempre siguiendo,
Hasta siempre sin tener que ver.
Quería saltar pero siempre caía,
Deseaba mirar para el frente.
Diluyendo en saliva sus palabras,
No se podía hacer expresar.
Siempre siguiendo, siempre siguiendo,
Hasta siempre sin tener que ver.
Rogaba por una porción de misericordia,
Vagabundo del plano de la basura terrenal.
Respiraba los hollines de siglos de miserias,
Olvidadas por el puño fuerte propietario.
Siempre siguiendo, siempre siguiendo,
Hasta siempre sin tener que ver.
La derecha el martillo, la izquierda la hoz,
La patria socialista de marx y un tal engels.
Regocijaba su encanto en la llanura de la vida,
Ya no somos pobres materiales
Siempre siguiendo, siempre siguiendo,
Hasta siempre sin tener que ver.
Pedro siempre enfilaba hacia los rojos,
Eran su guía y esperanza.
Sin tener que sonar en voluntad,
Total su guía no lo tenia que elegir.
Siempre siguiendo, siempre siguiendo,
Hasta siempre sin tener que ver.
lunes, 26 de julio de 2010
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