martes, 22 de septiembre de 2009

Sombreros enfangados

Educación de pañales,
aullidos sin desempolvar.
Masas inmundas del ayer,
impúdicas con su dolor de antaño.

Chimeneas y sus hollines,
un sombrero sin patrón.
Busca la primera esperanza,
en un suelo enfangado.

¿Dónde buscas lo que no encuentras?
¿Dónde miras entre la bruma?
¿Dónde deseas sin poder anidar?
¿Dónde bailas sin tú calzado?

Maquinas aplastantes mitológicas,
su aceite en el elixir del narcisismo.
Miles de pupilas en genuflexión,
se pierden en un parpado ensangrentado.

On / Off / Stand By / On / Off
sombras monótonas calladas.
Miran a través de su ventana,
y solo encuentran licor gris.

Calzados de príncipes derrocados,
enfilan por lo que fue suyo.
Filas paradojales del progreso,
buscan las migajas de su corona.

Sus lienzos no reflejan su antigua gloria,
hoy son simples lingotes numerales.
Su reino encantado de exquisita libertad,
yace roto e inmóvil en una botella de Ron.

La muchedumbre saborea exaltante,
al conformarse con un simple trago.
Una cadena que repite su destino,
una vida sobria de sueños.

Un solo color logra distinguirse,
pinta la estrella de esperanza.
Flamea intrépida entre pestilencias,
narices gachas flotan entre vuelos.

Infinitas esperanzas de cambios,
nunca llegaron por el destino del azar.
El sombrero debe levantarse del fango,
las maquinas detenerse y permitir soñar.

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