Sen(i)or Laverap

Estimado Señor Laverap,

En el día de la fecha me dirigí a su local ubicado en la calle Arenales, al número 1637, en la ciudad autónoma de Buenos Aires y me llevé un gran disgusto.

Al momento de retirar la ropa, me di cuenta que me faltaba un calzoncillo. El mismo es al estilo boxer, de tela azul y tiene dibujado al famoso Micky Mouse de Walt Disney bajo el personaje del mago. Conoce esa animación? Es cuando Micky Mouse, que era el empleado domestico de un mago, le roba su sombrero y comienza a hacer hechizos. Por obvia razón, todo sale mal. En fin, perdí ese calzoncillo de Micky Mouse que sigue siendo mi preferido.

Usted seguramente se estará preguntando como se si esto no es una novedosa estafa. Justo se dio la casualidad que este local esta protegido por las cámaras de seguridad de la empresa “Gómez Video Seguridad”. Fui a la escuela secundaria con Javier Gómez, actual apoderado de la empresa. Por lo tanto, un par de llamados me facilitaron conseguir la grabación de cuando introducía mi ropa a la maquina de su local.

Adjunto esta el video que demuestra que habiendo introducido toda la ropa a la maquina, sabiendo que su local es Nake Friendly, me quite mi muda de ropa y la introduje también, sin obviar mi calzoncillo.

Reconociendo que hoy en día es posible, bajo las armas de la tecnología, adulterar la filmación, me tome el atrevimiento de acercarme a la subsecretaria de la secretaria del ministerio de la gobernación del país de la Republica Argentina. Ahí me atendió un señor con bigotes y casco que respondía a otro señor idéntico pero con sombrero. Bajo un riguroso examen, donde estos dos excelentísimos burócratas revieron una y otra vez la filiación, me derivaron a la sede de Agronomía que se especializa en filmaciones de cámaras de seguridad de Tintorerías y locales rápidos de lavado de ropa. Luego de un tiempo prudencial me llego la verificación de autenticidad que adjunto.

Dando todas estas pruebas lo demando a que me devuelva mi calzoncillo que seguramente se encuentre en la cartera de alguna señora con olor a la Lavanda.

Atte,

Sursuncorda